Yerba mate: ¿Qué es y cuáles son sus propiedades?

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Gracias a los avances de la ciencia, la medicina ha logrado proporcionar miles de formas de curar enfermedades y síntomas que complican la vida de las personas. No hay dudas de que la química, la física y los experimentos forman una parte importante en la salud de la sociedad.
Sin embargo, hay otra área que merece el crédito por sus buenos efectos: la medicina natural. Aun hoy, muchas personas se decantan por esta opción que obviamente, ofrece una alternativa libre de los aditivos que llevan jarabes o píldoras.
La medicina natural comprende a una extensa cantidad de plantas que tienen propiedades curativas, bastante alabadas y reconocidas por la ciencia. Generalmente, se llegan a consumir en forma de tés o maceradas como ungüentos. Su consumo o aplicación garantizan sanaciones rápidas y muy pocos efectos secundarios.
La utilización de las plantas para curar y atender enfermedades no es algo nuevo, se remonta a siglos atrás, cuando por ejemplo en el año 1550 AC, en Egipto, se tuvo registros de más de 500 mil arbustos que servían para tratar afecciones leves y de gravedad. Por supuesto, que esta materia también evolucionó hacia el hallazgo de muchas más plantas que hasta hoy se continúan usando.
Las formas en las que se preparaban medicamentos naturales fueron transfiriéndose dentro de la sociedad y poco a poco, se añadieron nuevas recetas y se descubrieron más propiedades curativas.
Quizás muchas personas consideren que las plantas medicinales son más consideradas por las poblaciones rurales o con poco acceso hacia la salud tradicional. Pero no es del todo cierto, pues de acuerdo con información ofrecida por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), un importante porcentaje opta por los brebajes derivados de plantas.
Los remedios caseros forman parte de la cultura de bastantes naciones, con mayor preponderancia en Latinoamérica, donde las tacitas de tés de manzanilla para atender dolores de estómago o para calmar los nervios, son muy comunes.
Quizás uno de los puntos que más genera preocupación en las personas cuando se trata de la medicina natural, es que a veces, no cura totalmente las enfermedades, sino que sirven de alivio. Por esta razón, los médicos recomiendan no basar tratamientos de manera completa en plantas y brebajes. Es necesario consultar a un médico que haga seguimiento a cada caso.
Estudios recientes han arrojado que muchas de las plantas con propiedades curativas, no disponen de altas concentraciones de componentes activos, por lo que los efectos en la salud no suelen ser cien por ciento efectivos. Además, está el factor de posibles reacciones graves en la persona, al mezclarse con otros medicamentos, como los antidepresivos.
Y el otro elemento que genera preocupación en la comunidad médica es que en la mayor parte de los países, no existen regulaciones en la venta y consumo de plantas medicinales. Esto conlleva a que las personas compren y beban los arbustos sin ningún control, sin considerar las consecuencias negativas que esto pueda traer en el organismo.
Se han dado muchos casos de personas que han fallecido a consecuencia de intoxicaciones tras ingerir infusiones a base de arbustos. Y se insiste en la premisa de que las consultas médicas no deben ser sustituidas por recetas naturales.
La medicina natural es una gran aliada cuando se trata de afecciones que no representan gravedad alguna para el individuo. Así, muchos realizan cultivos en sus propios jardines y patios, de esta forma disponen de inmediato de un tratamiento paliativo de cualquier cuadro leve.
Los expertos en plantas curativas indican que los cuidados de éstas no son tan estrictos y por esa razón, cualquiera puede hacerlo en su hogar. Por ejemplo, se pueden sembrar plantas de ajo, cuyo fruto es altamente reconocido por su poder antibiótico, ideal para tratar casos de gripes y enfermedades respiratorias.
¿Cuáles plantas se pueden sembrar en casa? Pues, las que tienen propiedades medicinales comprobadas y que se adapten sin problemas al clima y condiciones del sueño donde se iniciará el herbario.
Acá, una lista de las plantas medicinales más utilizadas y sus múltiples beneficios.
Se le conoce por varios nombres populares como sábila, por ejemplo. Es una planta que se caracteriza por sus amplias ramas verdes, con bordes espinosos. Su cristal tiene unas altas propiedades para cicatrizar y refrescar, así como también se le utiliza para mascarillas que previenen las arrugas y brinda hidratación a la piel.
Entre sus otros usos, está como parte de batidos que buscan prevenir el estreñimiento.
¿Dolores en las articulaciones, golpes o moretones, torceduras o contusiones? Todo eso puede ser aliviado gracias a la árnica. Esta planta es una de las más utilizadas a nivel mundial, gracias a sus propiedades analgésicas. Se realiza un preparado con las hojas maceradas, junto a algún tipo de aceite. Se aplica y pronto se ven las mejorías.
Quizás las abuelas sean las que más toman las infusiones a base de esta florecilla originaria de Europa y parte de India. Es una gran coadyuvante en el tratamiento de malestares estomacales y también para aliviar las inflamaciones causadas por golpes.
Es una de las plantas más utilizadas en el ámbito de los masajes relajantes, porque se le atribuyen propiedades calmantes. Además, vale destacar que el jardín o patio lucirán hermosos una vez que este arbusto florezca: sus derivados color púrpura son un espectáculo natural.
Se le utiliza en la preparación de productos que controlan la aparición de la caspa, como repelente de zancudos y también para desinflamar golpes o contusiones. Sin dudas, es una de las plantas medicinales con mayor reconocimiento a nivel mundial.
Para aliviar la congestión nasal, nada como un té de menta. Además, proporciona beneficios analgésicos, digestivos y hasta antisépticos. Por siglos, ha formado parte fundamental dentro de la medicina naturista.
Tanto la raíz como las hojas de esta planta son muy bien aprovechadas para tratar afecciones como estreñimiento o enfermedades del hígado. Unas infusiones con este arbusto brindan una sensación de alivio en el aparato digestivo, así que, es infaltable en casa.
Aunque muchos le tengan temor porque algunos tipos generan urticaria, se ha demostrado que este arbusto ayuda a mejorar la circulación y aporta minerales suficientes para la salud. Crece de manera abundante, así que también sirve para adornar los espacios abiertos.
Como ya se adelantó, el ajo tiene un gran componente que lo hace uno de los remedios naturales más efectivos en el combate de las gripes, resfriados y afecciones virales. Nunca falta en las cocinas de madres y abuelas, por una muy buena razón.
¿Decaimiento, cansancio? Un buen té de caléndula puede ser la solución para sentirse con más energía. Es un arbusto que se cultiva fácilmente y es un gran aliado dentro de la medicina naturista.
Se le utiliza bastante en la elaboración de platillos, pero lo cierto es que tiene múltiples beneficios para la salud como antiinflamatorio y para controlar los vómitos y las náuseas. También se han hallado evidencias que lo relacionan con las curas de gripes y ronqueras.
El asma, la bronquitis y la gripe pueden ser tratadas efectivamente con la planta eucalipto. Tiene un aroma bastante peculiar y sus propiedades destacan por su acción en el control de afecciones respiratorias. Asimismo, se han hallado componentes antimicrobianos y expectorantes.
Igualmente, quienes tienen altos niveles de azúcar en la sangre pueden tomar tés a base de este arbusto y verán resultados positivos rápidamente. Otro grupo lo suele utilizar como complemento en el aseo personal.
El expectorante ideal está en los componentes del tomillo, el cual tiene una estrecha relación con la acción antioxidante y antiséptica. Los expertos aseguran que esta planta contiene también vitamina C, magnesio y hierro, maravillosos para proporcionar salud a las personas.
Hace siglos, el tomillo era el ingrediente principal a la hora de curar heridas de consideración, así como en darle fuerza al cabello y tener una piel lozana.
Para la buena memoria, la concentración y circulación sanguínea, el Ginkgo biloba es la medicina natural necesaria. Se ha convertido en uno de los principales componentes en la elaboración de medicamentos para una buena salud cognitiva.
Es una de las especias preferidas en la elaboración de comidas, porque tiene un toque de sabor bastante característico y delicioso. Pero además, se han hallado componentes que son antioxidantes, antiinflamatorios, antibacteriales y antihistamínicas.
Así, los calambres, los dolores de estómago y problemas respiratorios, así como malestares de cabeza, son tratados con éxito gracias a tés de orégano.
Cuando hay cansancio y desgano, el ginseng viene al rescate porque contribuye a brindar energía a quienes generalmente, tienen rutinas con muchas actividades. La presión arterial se reduce significativamente, el sistema inmunológico se potencia y la salud es mejor.
Probablemente, se haya leído dentro de los ingredientes de productos de belleza el sándalo. Y cómo no, tiene además otros beneficios en la salud, como la desinfección de heridas por sus propiedades antisépticas.
Se le ha relacionado de forma negativa, pero lo cierto es que la amapola tiene unos componentes que ayudan a reducir los dolores fuertes. Es tan importante dentro de la medicina tradicional, que es uno de los ingredientes en la elaboración de medicamentos como la morfina y la codeína.
A la hora de utilizar plantas como remedios naturales, es necesario consultar con expertos cuáles son los modos de preparación para que sean realmente efectivas. Y es que muchas veces, usarlas de manera inadecuada podría poner en riesgo la salud o no tener ningún tipo de efecto positivo en el cuadro.
Unos arbustos bien aprovechados ayudan de manera amplia por sus valores astringentes, antibacterial, antiséptico, analgésico, antioxidante, balsámico, cicatrizante, refrescante, depurativo, digestivo, antibiótico, expectorante, anticoagulante, tónico y amplio y largo etcétera.
Es importante tener a mano la información sobre los tipos de plantas medicinales. Según información reciente de expertos en medicina natural, los arbustos se dividen por sus componentes en: terpenos, polifenoles, glucósidos y alcaloides.
Los modos de preparación de los arbustos medicinales son los siguientes: hervidos, en tés o infusiones, emplastos (se trituran las hojas y una vez calentadas, se aplican en las zonas de la herida o lesión), compresa (se calienta la hoja o rama y luego se aplica con ayuda de un paño), se pueden consumir frescos, sin ningún tipo de procesamiento (se agregan a ensaladas o platos).
Igualmente, se utilizan los derivados de las plantas como enjuague, jarabes, jugos, batidos, preparados para usos externos (lavados), enemas o en forma de polvo. Por supuesto, que todo esto debe realizarse bajo estricta supervisión y vigilancia de los especialistas en la materia.
En todos estos años, los especialistas y estudiosos de las plantas medicinales han revelado cada vez más propiedades. Ciertamente, la mayoría de ellas no tiene efectos secundarios de consideración, pero es necesario hacer la salvedad de tomar las previsiones del caso, cada uno es particular.
Sus beneficios más exactos son:
La medicina natural es salud.